Por qué la peseta tiene 4 reales
Felipe V, 2 reales de 1719, ceca de Segovia.
Realizados en el Ingenio por laminación
Carlos III, 4 reales de 1772, ceca de Lima. De tipo columnario.
Fernando VII, 8 reales de 1814, ceca de Potosí.
Peso: 26´8 gr
Las tres monedas que se han expuesto al inicio son un ejemplo de la infinidad de reales que se pueden encontrar dentro de lo que es el imperio español.
Múltiplos del real se utilizan lógicamente para piezas de mayor valor y tamaño. En el sistema antiguo lo serán de 2, 4 y 8 reales.
Hasta Carlos III todas estas piezas tenían por una parte el denominado escudo de dominios y por la otra ese escudo en forma de rosa (véanse los dos reales de Felipe V), Ese escudo en forma de rosa lo repetirá Franco en las monedas de 100 pesetas de plata.
O eran de tipo columnario (véanse los 4 reales de Carlos III).
O eran de tipo columnario (véanse los 4 reales de Carlos III).
Y ya con Carlos III comienzan a aparecer los bustos reales en las monedas a la vez que un escudo en el reverso que con pequeñas diferencias se mantiene hasta la actualidad (véanse los 8 reales de Fernando VII)
La combinación de los distintos elementos descritos, escudo de dominios, columnario… unidos a las distintas cecas, años y algún otro elemento más da como resultado un número de bastantes cientos de reales distintos. La causa ya se dijo, su tiempo de uso llega a los 700 u 800 años.
Isabel II, 100 reales ceca de Barcelona
Peso: 8´35 gr
Si el valor facial sobrepasaba los 8 reales en el sistema antiguo o 20 reales en el moderno y se mantenía la plata como metal habríamos tenido piezas excesivamente grandes, lo que hubiese supuesto una incomodidad para llevarlas en el bolsillo. En este caso se echaba mano a un metal más caro, el oro. Es el caso de estos 100 reales.
La revolución de 1868 conlleva el destronamiento de Isabel II, la instauración del Gobierno Provisional, la supresión de unidades como el real y el escudo que tenían una clara referencia monárquica, y la instauración de la peseta. Pero el pueblo es el señor y su voluntad no se tuerce siempre políticamente. El pueblo decide seguir aplicando la denominación real a las monedas de 25 céntimos de peseta, porque si 4 reales se transforman en 1 peseta, pues 25 céntimos de peseta es un real. ¡¡Está clarísimo!!
Isabel II, 4 reales de 1853 de la ceca de Barcelona
Peso: 5´1 gr
Gobierno Provisional, 1 peseta de 1869, Madrid
Peso: 4´6 gr
Ahí están. Son dos monedas exactamente iguales en cuanto al metal, tamaño y peso, la primera de 4 reales y la segunda de 1 peseta (las 4 décimas de gramo que le faltan a la segunda son debidas a la evidente pérdida por desgaste mientras que la décima de gramo que le sobra a la primera posiblemente se debería a una mala calibración de la maquinaria). Por eso el pueblo llamó indistintamente a esta segunda como peseta o 4 reales.
A partir de ahí la peseta tenía 4 reales.