No es habitual encontrar monedas con dos titulares. Esa circunstancia de la doble inscripción de titulares en la moneda sólo se ha producido en España en escasas ocasiones, con los Reyes Católicos por ejemplo, marido y esposa como sabemos; o ahora, en esta primera moneda que hoy presentamos, con Carlos I y Juana que son hijo y madre respectivamente. Tal es el caso de estos dos reales de esta primera foto:
Anverso: CAROLVS ET IHOANA – Mº – O
Carlos y Juana
Reverso: REGES HISPANIARVM ET INDIARVM – (P)LVS VLTR(A)
Reyes de las Españas y las Indias – Más allá
Estas piezas en las que el nombre del emperador va asociado al de su madre, Juana La Loca , son de las primeras que se emiten en este reinado. Doña Juana se encontraba recluída en Tordesillas, pero Carlos I aceptó que si mejoraba su salud ésta volvería a reinar. Por ese motivo se mantiene su nombre en las monedas.
Está acuñada en Méjico según acredita la marca de ceca M superada de “o”.
El valor facial de dos reales viene expresado, siguiendo una tradición indígena, por los dos glóbulos que hay entre las columnas.
Y es muy interesante también la presencia por primera vez de las columnas de Hércules y la inscripción PLVS VLTRA , tan trascendentales en nuestra historia. La inscripción PLVS ULTRA irá evolucionando en cuanto a su posición, pasando de la parte central a situarse en unas cintas que rodean las columnas.
No obstante lo anterior la inicial “O” puede corresponder al ensayador Bernardo de Oñate que ejerció su oficio entre 1564 y 1567, por lo que podemos estar ante una pieza de Felipe II que mantiene los datos de sus progenitores.
Méjico y Santo Domingo son las dos primeras cecas que se ponen en funcionamiento en las Indias. De Santo Domingo es la siguiente:
Anverso: CAROLVS QVINTVS INDIARVM REX- S-P
Carlos V Rey de las Indias. Santo Domingo
Reverso: CAROLVS QVINTVS INDIARVM REX – F
Carlos V Rey de las Indias
Son cuatro maravedíes, y es de las pocas monedas de vellón rico que se acuñan en las Indias.
S-P es la marca de ceca de Santo Domingo, y la F nos indica el ensayador Francisco Rodríguez; su trabajo se sabe que se desarrolló entre 1542 y 1556, por lo que habría que situar la acuñación de esta moneda entre dichos años.
A la ceca de Santo Domingo se le dio el privilegio en 1535 y se le renovó en 1541 para acuñar vellón con el mismo peso, ley y valor que el numerario peninsular. Se sabe también que las primeras emisiones fueron en el 1542 por las razones del ensayador citadas.
Es interesante destacar igualmente que el apelativo de “Quinto” corresponde a Emperador de Alemania y Países Bajos, título que poseía desde el 10 de julio de 1519. Abdicó a la corona española el 16 de enero de 1556 y murió en Yuste en 1558.
Se deduce del ordinal la visión europeísta de su reinado
Santo Domingo no volvería a acuñar moneda hasta 1814-1821 con Fernando VII.
Estas monedas marcan el principio del esplendor, pero a su vez la semilla de la decadencia pues España, que había disfrutado de un excelente numerario respaldado por una sana economía, abandonaba ahora el productivo trabajo de sus campesinos y ganaderos que se convertían en soldados, descubridores, aventureros y colonizadores. Como en la actualidad tampoco faltaron los pícaros.
Con Santo Domingo y Méjico se inician las series numismáticas americanas, a las que se le irán sumando las siguientes:
– Carlos I: Santo Domingo y Méjico
– Felipe II: Lima, Potosí y La Plata
– Felipe IV: Nuevo Reino y Cartagena de Indias
– Carlos II: Cuzco
– Felipe V: Guatemala y Santiago
– Fernando VI: Popayán
– Carlos IV: Nueva Guatemala
– Fernando VII: Caracas, Sombrerete de Vargas, Zacatecas, El Real de Catorce, Guayana, Chiapa, Morelos, Oaxaca, Durango, Zaclatan, Tlalpujahua, Guanajuato, Guadalajara, Valdivia, Queretaro, Mendoza, Chihuahua, Zongolia, Valladolid de Michoacán y Chiloe, y Manila en las Indias Orientales.