Futuro material arqueológico

 

 

Franco, 100 pesetas de 1966

Peso de19 gramos con un margen de ± 0´5 %

Peso en plata pura: 15´2 gramos

Diámetro de 34 mm, y ley 800 milésimas

 

De seguir así terminarán convirtiéndose en material arqueológico. Me explico: con la Ley de Memoria Histórica están desapareciendo los nombres de las calles y plazas (Avenida del Generalísimo …), y los nombres de los pueblos El Ferrol (del Caudillo), Consolación (Villanueva de Franco), …

Y desaparecen igualmente estatuas, cuadros y toda clase de símbolos referidos a la dictadura como las numerosas estatuas ecuestres de Franco repartidas por ciudades españolas. En algunas ocasiones ni siquiera se sabe donde están y en otras simplemente han sido destruidas.

 

De seguir así sólo quedarán las monedas que se convertirán cuando pase el tiempo en material arqueológico, y único para el estudio de dicha época, aparte del bibliográfico. Sólo falta que se realice como ya se hizo con las monedas del emperador romano Domiciano, que después de borrar su nombre de todas las estatuas y otros elementos de la ciudad hasta se limaron las monedas para que no quedara ni resto de su busto.

 

La acuñación de las 100 pesetas de Franco en plata se produjo con la Ley 18 de marzo de 1966 y tuvo un objetivo propagandístico tanto a nivel interno como externo. España aparecía así con un nivel para poder relacionarse con cualquiera de los demás europeos o mundiales. No hacía demasiado tiempo que se habían acuñado las últimas monedas de plata; había sido en 1933 cuando la Segunda República las realiza de 1 peseta que, por cierto, también por motivos propagandísticos.

Y aprovechando el desarrollo económico de los años 60, ¡Franco no se podía quedar atrás!, acuña estas piezas de plata de 100 pesetas, y téngase en cuenta que no se vuelven hasta hoy a acuñar monedas de plata para la circulación.

 

En un primer momento se produjo un acaparamiento de ellas pues ¡eran de plata! pero a continuación empezaron a circular pues fue una acuñación numerosa, de 70 millones de piezas. No obstante muchas familias las acapararon cuando se determina que dejen de circular, hecho que ocurrió en 1970.

El anverso nos presenta un busto de Franco en su segunda época. En las primeras monedas el busto es de Mariano Benlliure y ahora lo tenemos de Juan de Ávalos. No hay más bustos de Franco. Parecía que no pasaba el tiempo por él.

Y en el reverso una rosa con los escudos de Castilla, León, Navarra y Aragón, y Granada en el centro; y no podía faltar el yugo y las flechas; y la inscripción Una, Grande y Libre en el canto.

Esta rosa enlaza con una tradición numismática española muy antigua; la encontramos ya con los Austrias y Borbones de los que he seleccionado sendas monedas:

 

Felipe II

Reverso de 2 reales sin datar, ceca de Potosí

 

 

Felipe V

Reverso de 4 reales de 1718, ceca de Sevilla

 

 

Reverso de un real de vellón de Enrique II

 

 

Incluso en la Edad Media ya se comienza a ver un rosetón que, si no es igual, ya se parece en sobremanera.

La retirada de la circulación se produjo sobre todo por el aumento de precio de la plata en los mercados de forma que el valor del metal era superior al valor facial y comenzaban a fundirse.

 

Y ahora un bulo de la época: circuló por ahí que algunas personas se dirigían a los directores de los bancos para adquirir estas piezas. Ofrecían una cantidad mayor que el facial pero menor al real. Como en la contabilidad del banco seguían anotadas como 100 pesetas había ganancia para los dos.

 

 

 

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