El real

El real
Vamos a considerar en primer lugar las numerosísimas ocasiones que se emplea la palabra “real” en nuestra lengua. Es un adjetivo de rey, al que siempre hace referencia.
Veamos algunos ejemplos:
Sociedades deportivas: Real Madrid, Real Sociedad, Real Betis Balompié…
Lugares concretos: Calle Real, Palacio Real, Capilla Real, Real de la Feria, Cañada Real Soriana, Alcalá la Real…
Apellidos: del Real
Otras: Real Patronato, Real Academia de la Lengua…
Expresiones populares: No vale ni dos reales
Pieza clave de la numismática española. Unidad monetaria generalmente de plata que sufrirá, como todas, los cambios de la propia sociedad. 3´35 gramos. Comienza en Castilla en el s. XIV y termina oficialmente en el XIX, pero el pueblo lo seguirá utilizando hasta la primera mitad del s XX. Valor 34 maravedíes desde 1497 o 1/8 de escudo, y ¼ de peseta en siglo XX
Hay que asociar el real a la plata pues, salvo excepciones, los reales han sido de plata, y sólo en contadas ocasiones los encontramos en cobre siendo en este caso moneda fraccionaria (ejemplo: décima de real), o en otras ocasiones en oro, siendo estas monedas múltiplos del real (ejemplo 320 reales)
Veamos la evolución que tendrán los reales a lo largo de la historia.
El real de plata apareció por primera vez con Pedro I (1350-1369):

Pedro I el Cruel. Real de la ceca de Burgos
(de maravedis.net)
Anverso: DOMINVS MICHI ADIVTOR ET EGO DI – SPICIAM INIMICOS MEOS
(El Señor es mi ayudador y yo desprecio a mis enemigos– Hebreos 13:6)
Reverso: PETRVS REX CASTELLE E LEGIONIS
(Pedro Rey de Castilla y León)
El real de plata apareció por primera vez, repito, con Pedro I y como veremos su duración e importancia en la numismática española será excepcional. Eran unas preciosas monedas con una leyenda que se repetirá en numerosas ocasiones en la moneda española de las Edades Media y Moderna.
Con los Reyes Católicos comienza la abundancia de estas unidades y a partir de entonces se generaliza.
Tenemos piezas en plata de todos los tamaños, de ½ real a 8 reales; de cecas peninsulares o americanas; de acuñación a martillo, de volante o del Ingenio…
Pasamos a continuación a exponer varias piezas de real como ejemplo de ello:
Reyes Católicos, 1 real de la ceca de Sevilla
Peso: 2´55 gr
Carlos III, real tipo macuquino de la ceca de Potosí
Peso: 2´6 gr
Isabel II, 1 real de 1849, ceca de Madrid
Peso: 1´3 gr.
Cuando encontramos monedas de cobre con la denominación “real” estamos ante monedas fraccionarias. Sería el caso de las dos siguientes:
Isabel II, 25 céntimos de real (o un cuartillo) de 1864, ceca de Segovia
Peso: 9´2 gr.

Isabel II, medio real (o cinco décimas) de 1850, ceca de Segovia
Peso: 19´5 gr.
La primera tiene como particularidad el poseer dos valores faciales: 25 céntimos de real y un cuartillo; pero en ambos casos se nos dice que es la cuarta parte de un real. Se está introduciendo al Sistema Métrico Decimal: por una parte se mantiene la antigua unidad, el real, pero por otra se habla de 25 céntimos de real, es decir, se han eliminado los maravedíes como fracción y aparecen los céntimos que ya corresponden al nuevo sistema.
En la segunda ocurre lo mismo
Y ésta que se ofrece a continuación sería la excepción pues siendo de ½ real, es de plata:
Carlos III, ½ real de 1761, ceca de Madrid
Peso: 1´4 gr.
Y otra excepción en el sentido contrario sería esta pieza de dos reales realizada en cobre. Es, que yo recuerde en este momento, el único caso en que la ceca hace referencia a un personaje y no a un lugar. Morelos fue un revolucionario mejicano en contra del gobierno español de la época. La mayoría de las piezas que emitió lo fueron en cobre y una pequeña parte en plata.
Fernando VII, 2 reales de 1812 de Morelos

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