773 años, casi 8 siglos. Esa fue la vida del maravedí, la moneda más española si utilizamos como criterio el tiempo de uso.
El primer maravedí circuló en la península el año 478-9 de la Hégira (año 1085-6 de la Era Cristiana). Se trata de un dinar de Abu Bequer.
Abu Bequer ben Omar, primer emir de los almorávides, recibió petición de ayuda el 478 H de Al-Motamid, rey de la taifa de Sevilla, como consecuencia de la toma de Toledo por Alfonso VI de Castilla. Al año siguiente el sobrino del emir, Yusuf, entraba triunfante en Sevilla.
Digo que Yusuf era sobrino de Abu Bequer, pero primo según algunos autores; incluso también circula por ahí la idea de que era hijo de un alfarero y que se ganaba la vida vendiendo su mercancía por los pueblos.
Abu Bequer acuñó dinares de oro que fueron llamados “moravetinos” (de donde procede el término maravedí), magníficas monedas acuñadas durante su reinado en Segilmesa, y que con muy pocos cambios se siguieron acuñando durante toda la dominación almorávide, y que fueron imitados por Alfonso VIII en Toledo.
Fueron, pues, los primeros maravedíes.
Dinar moravetino de Abu Bequer ben Omar
Segilmesa, 475 H
Peso: 4´10 gr, diámetro: 24´6 mm
Las ruinas de la ciudad de Segilmesa se encontraban en el interior del continente africano, aproximadamente situadas en el cruce del paralelo de Marraket con el meridiano de Tetuán.
Anverso, centro: “No Dios sino Dios // Mahoma enviado de Dios // El Emir Abu Bequer // hijo de Omar”
Anverso, orla: “Y el que buscase fuera del Islam otra religión, no será recibido por El, y (estará) en la otra (vida) entre los descarriados”
Reverso, centro: “El Iman // Abd // Allah // Príncipe de los Creyentes”
Reverso, orla: “En nombre de Dios fue acuñado este dinar en Segilmesa el año el cinco y setenta y cuatrocientos”
Se deduce que si la petición de ayuda se produjo en el 478 H y esta pieza se acuñó con anterioridad, entró después en la península, del 478 H en adelante.
Abu Bequer no pisó suelo peninsular
Los dinares moravetinos de los emires que sucedieron a Abu Bequer (Yusuf, Alí, Tasfin, Ibrahim e Ishaq) se acuñaron también en la península, en ciudades como Almería, Córdoba, Valencia, Badajoz, Zaragoza o Denia entre otras.
Estas piezas mayores (dinares) incluyen siempre el titular, la fecha y la ceca, mientras que las menores (quirates) omiten siempre la fecha y casi siempre la ceca. Éste es un detalle importante cuando se trata de identificar piezas de las taifas almorávides.
Después de breves emisiones en plata por reyes medievales cristianos con los llamados maravedís blancos, a partir de los Reyes Católicos los maravedíes fueron de vellón y posteriormente de cobre. Y su vida fue larguísima en el tiempo y numerosísima en cuanto a emisiones, siendo los últimos acuñados por Isabel II el año 1858 en la ceca de Barcelona. Durante todo ese tiempo fueron la calderilla, es decir, las monedas usuales para las pequeñas compras.
La foto siguiente nos ofrece una pieza de esas últimas.
Isabel II, 8 maravedíes de 1841 de la ceca de Segovia
Peso: 9,5 gr; diámetro: 28 mm.
Y ahora una curiosidad, la palabra maravedí tiene tres plurales: maravedis, maravedíes y maravedises